Actualizado recientemente el: junio 2nd, 2023
Los conservantes en los productos cosméticos constituyen un ingrediente controvertido. Muchas veces se relacionan con una influencia negativa en la piel y un efecto alergénico. No obstante, una parte significativa de los cosméticos se basa en agua y compuestos orgánicos que proporcionan un entorno atractivo para el crecimiento de bacterias y otros microorganismos. Por lo tanto, el uso de los conservantes es indispensable para mantener la pureza microbiológica y la consiguiente seguridad y vida útil del producto.
¿Por qué se utilizan conservantes en los cosméticos?
Los conservantes son unos agentes que inhiben el crecimiento de microorganismos – ante todo bacterias y hongos – que se añaden a los cosméticos para prolongar su vida útil. Sus dos funciones principales son
- la protección del producto contra el deterioro causado por los microorganismos y a la contaminación durante su uso, y:
- el impedimento de la formación de los productos metabólicos de los microorganismos que pueden contribuir a la irritación de la piel y de las mucosas.
¿Qué conservantes pueden utilizarse en los cosméticos?
Aunque hay multitud de sustancias con efectos conservantes, su uso en los productos cosméticos está estrictamente regulado y limitado solamente a aquellos compuestos sobre cuya seguridad y eficacia no hay dudas.
Los conservantes cuyo uso está permitido en los cosméticos se especifican en el anexo V del Reglamento (CE) núm. 1223/2009 del Parlamento Europeo y del Consejo. En el mismo se enumeran más de 50 sustancias y se especifican también las limitaciones referentes a su uso – las concentraciones máximas autorizadas, los tipos de productos a los que pueden añadirse y las precauciones adicionales.
Los conservantes más populares
Actualmente los conservantes más utilizados son los parabenos, es decir, los ésteres del ácido p-hidroxibenzoico (PHBA). Son unos compuestos que se encuentran de forma natural en algunas frutas y se utilizan como conservantes no solamente en los productos cosméticos, sino también en las industrias alimentaria y farmacéutica. Los parabenos, aunque despiertan muchas controversias, pertenecen a los grupos de conservantes mejor probados en lo que se refiere a la seguridad y se consideran como ingredientes seguros para su uso no sólo en los cosméticos, sino también en los alimentos. La concentración máxima admitida es del 0,4% para un solo compuesto y del 0,8% para varios parabenos diferentes.
Un agente popular con efectos no sólo conservantes, sino también antimicrobianos, es el triclosán. En atención a sus propiedades bacteriostáticas y antifúngicas, se utiliza como ingrediente antibacteriano o conservante ante todo en los llamados productos antibacterianos (jabones y geles), dentífricos, preparaciones para los pies, así como desodorantes líquidos, a una concentración máxima del 0,3%.
En los champús y emulsiones se suelen utilizar isotiazolinonas, una mezcla de 5-cloro-2-metil-4-isotiazolin-3-ona y 2-metil-4-isotiazolin-3-ona (MCI/MI) en una proporción de 3:1. No obstante, a pesar de su gran eficacia, en atención al porcentaje relativamente elevado de sensibilización, la concentración admitida es sólo del 0,0015%.
Un grupo importante de conservantes lo constituyen también las sales organometálicas, incluidos los compuestos de mercurio. A ellos pertenecen las sales de fenilmercurio y el tiomersal, que están admitidos en los productos para los ojos (ante todo los productos de maquillaje y desmaquillantes) a una concentración máxima del 0,007% en base de mercurio. El tiomersal como un agente conservante despierta muchas controversias por su adición a algunas vacunas – este compuesto se ha relacionado a menudo con una supuesta relación (muchas veces desmentida) con el desarrollo del autismo infantil.
“Cosméticos sin conservantes” – ¿lo son realmente?
Una cuestión interesante es también el creciente número de productos cosméticos marcados como los que “no contienen conservantes”. Esto se refiere ante todo a los cosméticos naturales. Sin embargo, este tipo de declaración no significa que el producto esté protegido de alguna manera contra el crecimiento de microbios.
Conservantes naturales en los cosméticos
El papel del conservante en este caso lo desempeñan generalmente los compuestos naturales con efectos antimicrobianos demostrados e indirectamente también conservantes. A ellos pertenecen ante todo los aceites esenciales, extractos vegetales y extractos alcohólicos. El ejemplo es el aceite de árbol de té, el aceite o extracto de romero, el aceite de eucalipto y los extractos de caléndula, el extracto de hojas de té verde y de muchas otras plantas.
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Todos nuestros extractos tienen certificaciones halal y kosher, confirmando su máxima calidad y cumplimiento con los requisitos religiosos.
Determinadas categorías de productos tampoco requieren conservantes en atención a su contenido elevado en alcohol (por ejemplo, en perfumes o lacas para el cabello) o a su forma.
Los conservantes no son necesarios en productos de un solo uso, algunos cosméticos sin agua y productos herméticamente sellados que no entran en contacto directo con la piel y el aire (por ejemplo, los aerosoles).
Bibliografia:
- https://www.kosmopedia.org/bezpieczenstwo/czarna-lista-skladnikow-kosmetycznych/kosmetyki-i-konserwanty/
- https://laborant.pl/srodki-konserwujace-w-kosmetykach-koniecznosc-czy-zbedny-balast
- Natywa M, Górska A. Stosowanie konserwantów w kosmetykach – za i przeciw. Kosmetologia Estetyczna (2015); 4(2): 133-137.
- Bojarowicz H, Fronczak P, Krysiński J. Czy kosmetyki mogą nie zawierać konserwantów? Hygiea Public Health (2018); 53(2): 124-131.
- Rozporządzenie Parlamentu Europejskiego i Rady (WE) Nr 1223/2009 z dnia 30 listopada 2009 r. dotyczące produktów kosmetycznych