HIDRÓGENACIÓN

La hidrogenación es un proceso químico que consiste en añadir átomos de hidrógeno (H₂) a moléculas de compuestos insaturados, como aceites vegetales o alquenos. En la industria cosmética y alimentaria, este método se utiliza principalmente para modificar aceites vegetales con el fin de obtener formas más estables, sólidas o semisólidas — los llamados mantecas vegetales.

¿Cómo funciona el proceso de hidrogenación?

El proceso implica una reacción química entre una molécula orgánica insaturada (que normalmente contiene enlaces dobles, como en los alquenos o en los ácidos grasos poliinsaturados) y el hidrógeno (H₂), que se añade en presencia de un catalizador, generalmente níquel, platino o paladio. La reacción suele llevarse a cabo bajo presión y temperatura elevadas.

¿Cómo se hidrogenan las grasas?

En el caso de las grasas vegetales, la hidrogenación transforma ácidos grasos insaturados (por ejemplo oleico o linoleico) en ácidos grasos saturados. La adición de hidrógeno a los dobles enlaces los convierte en enlaces simples, lo que cambia las propiedades físicas de la grasa: pasa a ser más estable, resistente a la oxidación y sólida a temperatura ambiente. De este modo se obtienen mantecas vegetales de textura cremosa, adecuadas para su uso en cosmética como emolientes e hidratantes.

¿Y la hidrogenación de alquenos?

La hidrogenación de alquenos es una reacción química clásica que consiste en la adición de una molécula de hidrógeno a un enlace doble carbono–carbono, dando lugar a un alcano — un hidrocarburo saturado. Realizada con un catalizador, conduce a la saturación completa del compuesto. Es una reacción fundamental en química orgánica y ampliamente utilizada en síntesis industrial y farmacéutica.

La hidrogenación es un método que mejora la durabilidad, reduce la volatilidad y proporciona la consistencia deseada a los productos vegetales. Se emplea en cosmética (bálsamos, cremas, labiales), alimentaria (margarinas, mantecas vegetales) y farmacéutica.