Uso y propiedades del aceite de argán
El aceite de argán contiene grandes cantidades de vitamina E, que ejerce un efecto regenerador sobre el organismo y ayuda a frenar el envejecimiento de las células. Es un producto natural que puede utilizarse en cualquier tipo de piel o cabello. También es adecuado para personas con tendencia a las alergias. El aceite de argán ayuda además a combatir la celulitis y las estrías. Es muy apreciado tanto como producto de cuidado por sí solo como añadido a otros cosméticos. Su uso regular aporta resultados en poco tiempo.
Composición química del aceite de argán
La fracción grasa del aceite de argán se compone principalmente de ácidos grasos insaturados muy valorados en cosmética: ácido oleico (42–55 %), ácido linoleico (27–40 %), con la adición del ácido palmítico saturado (6–16 %).
Ácido | Fórmula | Porcentaje |
---|---|---|
Ácido palmítico | C16:0 | 6–16 % |
Ácido esteárico | C18:0 | 3–8 % |
Ácido oleico | C18:1 | 42–55 % |
Ácido linoleico | C18:2 | 27–40 % |
En la fracción insaponificable, que constituye aproximadamente el 1 % del aceite, están presentes esteroles —principalmente espinasterol y schottenol— así como alcoholes triterpénicos, xantofilas, tocoferoles y otros compuestos fenólicos.
Además de los componentes grasos, merecen especial atención los tocoferoles, derivados de la vitamina E con propiedades antioxidantes muy potentes. En el aceite de argán domina el γ-tocoferol, y también están presentes α‑, β‑ y δ‑tocoferol.
¿Cómo utilizar el aceite de argán?
Aceite de argán en cosmética
El aceite de argán se utiliza principalmente en cosmética, tanto solo como ingrediente de preparaciones complejas. Su composición química, que incluye ácidos grasos insaturados y compuestos con fuerte actividad antioxidante, le confiere propiedades nutritivas, regeneradoras y de cuidado, además de reducir la secreción de sebo.
Aceite de argán aplicado sobre la piel
Desde hace cientos de años, las mujeres marroquíes utilizan el aceite de argán en el cuidado de la piel, especialmente para luchar contra el acné, las erupciones, las cicatrices de la varicela y las grietas de la piel. Hoy en día este uso no solo se mantiene, sino que también ha sido confirmado científicamente.
El aceite de argán es especialmente valorado por sus propiedades hidratantes y antiedad: hidrata la piel, neutraliza los radicales libres, actúa de forma nutritiva, favorece la regeneración y aumenta la elasticidad de la epidermis. En su aplicación cosmética también son importantes las propiedades fisicoquímicas de esta materia prima: tiene un olor agradable, se absorbe perfectamente y se integra rápidamente en la piel.
Gracias a estas propiedades, el aceite de argán puede utilizarse como ingrediente en productos cosméticos destinados tanto a pieles acneicas como a pieles dañadas y maduras. Además de cremas, lociones y sérums con efecto hidratante, antiedad y nutritivo, también puede formar parte de jabones, espumas de afeitar o usarse solo como aceite para masajes.
Aceite de argán para el cabello y las uñas
En cosmética, el aceite de argán también puede aplicarse al cabello y a las uñas, a las que nutre y fortalece. Su aplicación sobre el cabello conlleva beneficios adicionales: aporta brillo y suavidad, revitaliza el cuero cabelludo y reduce la secreción de sebo, protegiendo el cabello del exceso de grasa. Puede utilizarse tanto como aceite capilar como ingrediente de champús y acondicionadores.
Uso alimentario del aceite de argán
Otra forma de utilizar el aceite de argán es incorporarlo a la dieta. A pesar de su alto precio, esta materia prima también se utiliza en la cocina. Su característico sabor y aroma a nuez confieren a los platos un toque oriental, y además, como parte de la dieta, ofrece beneficios para la salud.
Gracias a su fuerte acción antioxidante y a su elevado contenido de ácidos grasos insaturados, al igual que el aceite de oliva, el aceite de argán es adecuado para la prevención de enfermedades cardiovasculares. Los estudios confirman su eficacia en la reducción de los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre, así como su acción hipotensora y antiaterosclerótica.