El oligopéptido-5 actúa principalmente sobre los receptores FGFR-2b situados en la superficie de la membrana de las células epiteliales. Una función clave de este péptido es estimular la fosforilación de residuos de tirosina en las células receptoras. Una vez fosforilado, el receptor adquiere actividad de proteína tirosina cinasa e interactúa con diversas proteínas diana de la célula, iniciando cascadas de señalización. El receptor fosforilado ejerce efectos biológicos como reparador, antienvejecimiento, antiarrugas y calmante.
El oligopéptido-5 se utiliza en diversos productos para el cuidado de la piel, como lociones, cremas y geles.