¿Qué es el ácido butírico y qué propiedades tiene?

kwas masłowy

El ácido butírico, contrariamente a su nombre, no está en ningún caso incluido en la mantequilla. Este compuesto, indispensable para el correcto funcionamiento de los intestinos, es producido por las bacterias presentes. La deficiencia del ácido butírico puede relacionarse con muchos síntomas desagradables, y su suplementación apoya el tratamiento de algunas enfermedades. ¿Qué es el ácido butírico, qué propiedades tiene y cuándo vale la pena suplementarlo?

Ácido butírico – ¿qué es?

El ácido butírico (butyric acid) es un compuesto natural perteneciente a los ácidos grasos de cadena corta (AGCC) (short-chained fatty acids, SCFA), producido durante el proceso de la fermentación por las bacterias presentes en el colon – la sección más larga y la más importante del intestino grueso. Junto con el ácido acético y el ácido propiónico, el ácido butírico constituye aproximadamente el 83% de los AGCC presentes en el intestino grueso en proporciones 60 : 25 : 15 (acetato : propionato : butirato).

Aunque, proporcionalmente, el ácido butírico tiene el menor porcentaje en la concentración de todos los AGCC en la luz de los intestinos (oscilando entre 60 y 150 mmol/kg), desempeña un papel de la sustancia más importante que aporta energía a las células epiteliales intestinales. Más aún, desde el inicio de las investigaciones sobre el papel y las propiedades del ácido butírico en los años 80 del siglo XX, se han descubierto cada vez más posibilidades para su uso en la medicina, nutrición y prevención de enfermedades. No sólo las relacionadas con el funcionamiento del sistema digestivo.

¿Ácido butírico o butirato de sodio?

El ácido butírico es un compuesto que plantea algunos problemas en su uso como medicamento o suplemento. Éstos están relacionados ante todo con su olor desagradable, que recuerda al de la mantequilla rancia, y con su baja estabilidad química. El ácido butírico, después de su administración por vía oral, es asimilado y utilizado rápidamente por el epitelio del tracto gastrointestinal superior, lo que impide que la dosis completa llegue al lugar de acción esperado – el intestino grueso. Para evitar estos problemas, su administración suele realizarse en la forma más persistente de la sal sódica – el butirato sódico, que se disocia en el organismo en anión butirato y sodio. Además, la sustancia activa puede protegerse de una absorción y degradación demasiado tempranas mediante su encapsulación en gránulos y microrecubrimientos.

Ácido butírico – propiedades

La mayor parte del ácido butírico se utiliza en el lugar de su producción, demostrando un impacto beneficioso en el epitelio del intestino grueso. Sin embargo, la influencia del ácido butírico en el intestino no está relacionada sólo con su función energética, sino también tiene numerosos efectos biológicos que mejoran el estado de la salud humana. A nivel intestinal, representa:

  • Una fuente de energía para los colonocitos (las células del epitelio del intestino grueso)
  • Un compuesto con propiedades nutricionales, regenerativas y citoprotectoras
  • Fortalece y sella la barrera intestinal
  • Tiene un efecto inmunomodulador
  • Actúa de modo antiinflamatorio
  • Tiene propiedades antioxidantes
  • Influye en la motilidad del intestino
  • Influye en la sensibilidad visceral
  • Participa en el transporte transmembrana de agua y sodio

El ácido butírico es, por lo tanto, la principal fuente de energía para las células del epitelio del intestino grueso, actúa nutritivamente en su mucosa y apoya su curación y regeneración, sella las paredes intestinales protegiendo contra la entrada de bacterias en el torrente sanguíneo para evitar la entrada de bacterias en el torrente sanguíneo y, al mismo tiempo, muestra los efectos inmunomoduladores, antiinflamatorios y antioxidantes.

Ácido butírico – aplicaciones

Las propiedades del ácido butírico se utilizan clínicamente en entidades patológicas como la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn, el síndrome del intestino irritable (SII) y otras enfermedades inflamatorias y funcionales del intestino. Sin embargo, los beneficios de su aplicación también se pueden obtener en enfermedades más leves. Reduce las molestias relacionadas con la diarrea, el estreñimiento o los problemas digestivos (indigestión, flatulencia, dolores abdominales), regula el funcionamiento de los intestinos, mejora la motilidad del tracto digestivo y actúa de manera protectora durante el uso de esteroides (tomados tanto con fines terapéuticos como para la construcción de tejido muscular). Lo que es importante, a diferencia de los remedios caseros populares que mejoran la digestión, el ácido butírico también se puede usar en la enfermedad de úlcera péptica. No sólo alivia los síntomas, sino que también contribuye a la regeneración del epitelio.

Ácido butírico – no solamente para el intestino

Aunque el ácido butírico es un compuesto que actúa ante todo en los intestinos, también demuestra los beneficiosos extraintestinales. Sus pequeñas cantidades absorbidas en el torrente sanguíneo afectan a otros tejidos y órganos, incluyendo los siguientes efectos:

  • Sensibiliza las células a la acción de la insulina
  • Tiene un efecto inmunomodulador
  • Influye en la neurogénesis y reduce el riesgo de accidente cerebrovascular
  • Estimula la producción de leptina e influye en los mecanismos del hambre / la saciedad.
  • Inhibe la lipólisis y afecta positivamente al tejido adiposo
  • Inhibe el almacenamiento de grasas en el hígado

Las propiedades y aplicaciones multifacéticas del ácido butírico hacen que valga la pena considerar su suplementación no sólo con fines terapéuticos – aliviando los síntomas desagradables del tracto gastrointestinal – sino también profilácticos, utilizándolo de manera similar a las multivitaminas, para garantizar el correcto funcionamiento del organismo. Se recomienda especialmente la suplementación con ácido butírico en personas mayores (su producción disminuye con la edad), en enfermedades sistémicas que conducen a una caquexia progresiva (cáncer, enfermedades inmunológicas y trastornos de la inmunidad) y durante la toma de los medicamentos inmunosupresores y esteroideos. Debido a los efectos extraintestinales descritos, los beneficios de tomar el ácido butírico también los experimentarán las personas expuestas al riesgo del desarrollo de enfermedades de la civilización, como la obesidad y la resistencia a la insulina.

Ácido butírico – riesgos y nocividad

Una ventaja significativa del ácido butírico es que es un compuesto de poca nocividad, muy seguro para el organismo. El ácido butírico no muestra efectos secundarios importantes ni reacciones adversas, y su uso está permitido en todos los grupos de edad sin contraindicaciones notables. Como un compuesto de muy baja nocividad, con seguridad se puede incorporar a la dieta, aportando numerosos beneficios para el funcionamiento adecuado del organismo. Con una producción intestinal promedio de 3-4 litros por día, como dosis profiláctica se consideran 300 mg de ácido butírico (butirato de sodio) al día. Para obtener resultados visibles, se recomienda llevar a cabo la terapia durante por lo menos 3 meses.

¿Dónde se encuentra el ácido butírico?

Como ya se ha mencionado, el ácido butírico en el organismo humano es producido ante todo por las bacterias presentes en los intestinos, fermentadoras de azúcar. Entre otros, se trata de tales microorganismos como Clostridium spp, Eubacterium spp, Fusobacterium spp, Butyrivibrio spp. Megasphaera elsdenii y Mitsuokella multiacida. No obstante, para que se produzca el proceso de fermentación, son indispensables ingredientes procedentes de los alimentos que consumimos. Entre las principales fuentes de hidratos de carbono no digeribles y de oligómeros de hexosas con diversos grados de polimerización que utilizan las bacterias, se encuentran:

  • Almidón resistente
  • Avena
  • Salvado de trigo
  • Granos de cereales parcialmente molidos
  • Semillas
  • Verduras

Pequeñas cantidades de ácido butírico también están presentes en productos consumidos diariamente, como la leche y sus derivados, quesos duros, productos fermentados (por ejemplo, chucrut, pepinillos encurtidos, soja fermentada). Sin embargo, debido a la baja estabilidad química de este compuesto y a su reducido contenido, estos productos no desempeñan un papel significativo en el epitelio intestinal humano.

Por lo tanto, para compensar la deficiencia de ácido butírico, es necesario recurrir a las bacterias fisiológicas o los suplementos de la dieta disponibles en tiendas. Lo único que no se debe hacer es consumir el ácido butírico líquido disponible en el mercado, ya que se utiliza en la pesca para crear cebos y se caracteriza por un olor muy fuerte y desagradable.


Literatura:

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