Gracias a su alto contenido en fibra, la cáscara de soja granulada favorece el buen funcionamiento de la microflora ruminal. Se digiere fácilmente y es una excelente fuente de energía de liberación lenta.
El producto también se distingue por su buena higroscopicidad y puede utilizarse en forma empapada, lo que aumenta la palatabilidad y facilita el consumo por los animales.