Propiedades y aplicaciones
Utilizado en el cuidado de la piel grasa y propensa al acné, el aceite de menta tiene un efecto refrescante y limpiador. Ayuda a reducir el exceso de sebo y a tratar el acné y los puntos negros. Puede utilizarse como aditivo de cremas, tónicos y geles faciales. Aplicado sobre el cabello, el aceite tiene a su vez propiedades que favorecen el crecimiento del pelo al estimular sus raíces. Al regular la secreción de sebo, es un ingrediente adecuado en los champús anticaspa. El aceite de menta piperita también es estupendo para usar en cosméticos para después del sol y tras la depilación, ya que refresca la piel. También se utiliza a menudo en lociones y geles de masaje para aliviar los músculos cansados. En aromaterapia, el aceite tiene un efecto estimulante y energizante por su intenso aroma. Combina bien con aceites como el de naranja o romero. Cuando se inhala, el aceite despeja las vías respiratorias y también ayuda en resfriados, catarros y dolores de cabeza. Para las migrañas y las cefaleas tensionales, el aceite aplicado en las sienes puede tener un efecto refrescante y relajante. El aceite de menta también es un repelente natural para ahuyentar mosquitos, hormigas y arañas. Puede utilizarse como repelente de insectos añadiendo unas gotas a un difusor o al agua y pulverizándolo por la casa.