Gracias a su capacidad para unirse a los receptores de las células cutáneas, el oligopéptido-3 potencia la transmisión de las señales de los factores de crecimiento, ayudando a mejorar el estado general de la piel.
Utilizado en productos para el cuidado de la piel como geles, lociones, cremas de día y de noche, sueros para los ojos y mascarillas faciales, el oligopéptido 3 es apreciado por sus propiedades reparadoras, de control del acné y sus efectos antienvejecimiento y antiarrugas. La producción de este ingrediente se basa en un método de fermentación biológica.