El principal ingrediente activo del chile es la capsaicina. Aplicado externamente (en una dosis razonable), el chile estimula la circulación sanguínea, es perfecto para, entre otros, en cosmética anticelulítica. Las pruebas de parche han demostrado que no hay «irritación significativa o dermatitis de contacto», por lo que no irrita la piel cuando se usa correctamente.
La capsaicina también es capaz de estimular el sistema inmunológico, y el aceite de chile tiene un nivel moderado de vitamina C. Esto puede ayudar a aumentar la producción de glóbulos blancos al mismo tiempo que actúa como un antioxidante para aliviar la carga sobre el sistema inmunológico.