El uso regular de aceite de semilla de sésamo ayuda a mejorar la coagulación sanguínea al aumentar la cantidad de plaquetas. Este aceite también se usa para tratar enfermedades del hígado, corazón y páncreas.
Gracias a sus propiedades de calentamiento, el aceite de sésamo ayuda en el tratamiento de resfriados, tos seca, gripe, neumonía, asma y dolor de estómago.
Externamente, el aceite de sésamo se utiliza para masajes terapéuticos y profilaxis en artritis, osteoporosis y reumatismo. El aceite estimula el crecimiento del cabello y lo hace brillante y espeso. Es un protector solar natural porque protege eficazmente contra los dañinos rayos UV.