Una receta para la juventud:
El aceite de oliva retrasa el proceso de envejecimiento porque sus antioxidantes combaten los radicales libres. Contiene grasas monoinsaturadas (principalmente ácido oleico), que son la base de la dieta mediterránea. Este ácido puede reducir la inflamación y minimizar el riesgo de cáncer. El consumo regular también reduce el riesgo de accidente cerebrovascular.