El aceite de semilla de tomate se considera una sustancia que previene el desarrollo del cáncer. Tiene propiedades que neutralizan los radicales libres.
El consumo de aceite de tomate ayuda a prevenir la gripe y los resfriados.
El aceite aplicado a la piel cura la psoriasis, el eccema, la celulitis y otros problemas de la piel. Ayuda a eliminar cicatrices, estrías, erupciones, arrugas, daño solar y manchas de la edad.