La inulina tiene un efecto beneficioso sobre la flora intestinal al estimular el crecimiento de bacterias beneficiosas como las bifidobacterias. De este modo, la inulina mejora la digestión y la absorción de nutrientes y, en general, favorece todo el sistema inmunitario. Gracias a sus propiedades de fibra soluble, también ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre y favorece la sensación de saciedad. A menudo es un ingrediente de las dietas de adelgazamiento y de los productos para diabéticos.
En la industria alimentaria, también se utiliza como espesante natural y potenciador de la textura.