El quitosano se utiliza ampliamente en la industria farmacéutica y la medicina. Sus propiedades se aprovechan tanto en el tratamiento de heridas y la inhibición de hemorragias, así como en los suplementos de la dieta que contribuyen a la pérdida del peso. ¿Qué es el quitosano y qué lo distingue de otros compuestos?
Quitosano – ¿qué es?
El quitosano es un poliaminosacárido en cadena formado por la desacetilación parcial de la quitina. Se compone de una unidad desacetilada (β-(1,4)-d-glucosamina) y una unidad acetilada (N-acetil-d-glucosamina). El quitosano se obtiene del duro esqueleto exterior de crustáceos, tales como cangrejos, bogavantes y gambas.
Quitosano
El quitosano es un derivado de la quitina. Tiene numerosas aplicaciones en medicina, porque es perfecto para inhibir hemorragias y curar heridas.
El quitosano también es un suplemento dietético muy conocido que ayuda a eliminar los kilogramos innecesarios. Es un compuesto orgánico que pertenece al grupo de los polisacáridos. No es digerido por el sistema digestivo humano.
Lo importante es que es un producto no sólo natural, sino también biocompatible, biodegradable y no tóxico, y al mismo tiempo es relativamente fácil de procesar con la capacidad de crear diversas formas modificables química y enzimáticamente. Gracias a esto, puede usarse en la medicina como biomaterial – en forma de suturas, pieles artificiales y apósitos para curar heridas. Además, en atención a su capacidad para unirse al colesterol, las grasas, las proteínas y los iones metálicos, también se utiliza en la administración oral.
Quitosano vegetal
El quitosano vegetal se obtiene de la quitina, que es un elemento estructural de las paredes celulares de los hongos (setas, aspergillus niger). Es una materia prima no tóxica, demuestra una baja alergenicidad y se caracteriza por la biodegradabilidad.
El quitosano vegetal puede ser utilizado por veganos y vegetarianos, así como por personas alérgicas a los crustáceos.
Quitosano – aplicaciones en la medicina
Debido a la biocompatibilidad, biodegradabilidad y naturaleza no tóxica del quitosano, que también demuestra propiedades antihemorrágicas, antimicrobianas y cicatrizantes de heridas, se utiliza en los apósitos destinados para:
- inhibir hemorragias,
- tratar heridas traumáticas,
- tratar escaras y úlceras crónicas.
Los productos de quitosano pueden presentarse en forma de polvo, tela no tejida, esponja o gel, y pueden utilizarse tanto como apósitos como pieles artificiales. El quitosano debe su uso terapéutico ante todo a la naturaleza catiónica del compuesto y a su hidrofilia. Demuestra una capacidad de estimular los macrófagos y neutrófilos que combaten los patógenos en nuestro organismo, y adicionalmente estimula la actividad de células (incluidos los fibroblastos responsables de la producción de colágeno y elastina), la producción de citoquinas, como también favorece los procesos de angiogénesis. Esto hace que el quitosano ayude en el proceso de la cicatrización de heridas, estimule la formación del tejido granular y limite la formación de cicatrices.
Quitosano para adelgazar
Sin embargo, el quitosano no sólo se utiliza en apósitos, sino también es un componente de productos que se administran por vía oral. En atención a sus propiedades de absorción que el quitosano presenta en el tracto digestivo, limita la absorción de las grasas ingeridas con los alimentos. Se sospecha que, a base de este mecanismo de acción, el quitosano puede contribuir a mejorar el IMC, el perfil lipídico y el estado del sistema cardiovascular. Los estudios en animales indican además un posible efecto antidiabético – en ratas estudiadas se ha observado una disminución del nivel de glucosa en la sangre, como también un efecto de reducción de la resistencia de los tejidos a la insulina. Por lo tanto, los suplementos de la dieta que contienen el quitosano se aplican como los remedios tanto de ayuda para adelgazar como para prevenir las enfermedades de la civilización, tales como la obesidad, la hipertensión y la diabetes.
Literatura:
- https://materialyinzynierskie.pl/chitozan/
- Mazurek P, Kuliński S, Gosk J. Możliwości wykorzystania chityny i chitozanu w leczeniu ran. Polim. Med. 2013, 43(4), 297–302.
- Jonczyk P, Kandefer B, Potempa M i wsp. Chitosan a gospodarka węglowodanowo-lipidowa. Forum Zaburzeń Metabolicznych 2016, 7(1), 31-34.
- Cheung RCF, Ng TB, Wong JH, Chan WY. Chitosan: An Update on Potential Biomedical and Pharmaceutical Applications. Mar. Drugs 2015, 13(8), 5156-5186.
