El aceite de cártamo es rico en ácidos grasos poliinsaturados (AGPI), principalmente ácido linoleico (omega-6). También es una fuente natural de vitaminas A y E, así como de fitoesteroles. El aceite contiene los siguientes ácidos grasos (por 100g):
- ácidos grasos saturados (11 g)
- ácidos grasos monoinsaturados (12 g)
- ácidos grasos poliinsaturados (77 g)
Propiedades para la salud:
El aceite de semillas de cártamo actúa de forma beneficiosa sobre el sistema cardiovascular, ayuda a reducir el nivel de colesterol «malo» (LDL) y regula el metabolismo lipídico del organismo. Reduce el riesgo de arteriosclerosis, infarto de miocardio y accidente cerebrovascular. Sus propiedades antiagregantes previenen la formación de coágulos, y su acción reguladora de la presión arterial contribuye a la prevención de enfermedades cardiovasculares. Este aceite también es beneficioso para el sistema inmunitario, fortaleciendo la barrera protectora natural del organismo, y para el sistema respiratorio, facilitando la expectoración y reduciendo la disnea durante las infecciones.
Gracias al contenido de ácido linoleico, el aceite de cártamo también apoya el sistema hormonal. Regula la producción de prostaglandinas, lo que alivia los síntomas del síndrome premenstrual (SPM), reduce el dolor menstrual y ayuda a lidiar con los síntomas no deseados de la menopausia. Favorece los procesos digestivos, regulando las deposiciones y previniendo el estreñimiento, lo que es especialmente útil en la lucha contra el sobrepeso y en la terapia de la enfermedad de Crohn. Además, el aceite de cártamo reduce el nivel de glucosa en sangre, por lo que se recomienda para personas con diabetes.
Usos del aceite:
En cosmética el aceite de semillas de cártamo es valorado por sus propiedades antienvejecimiento, gracias a las cuales neutraliza los radicales libres y protege la piel de factores externos nocivos. El uso regular del aceite ayuda a mejorar la elasticidad de la piel, reducir la visibilidad de las arrugas y mantener su hidratación adecuada. El aceite de cártamo alivia los estados inflamatorios de la piel, acelera la cicatrización de heridas, reduce los síntomas de la psoriasis y el acné, y estimula la regeneración de las células cutáneas. En el cuidado corporal se puede usar directamente sobre la piel o el cabello, así como ingrediente de cosméticos caseros, como mascarillas, cremas o bálsamos.
En la cocina es un excelente complemento para ensaladas, crudités, salsas, mayonesas o requesón, realzando el sabor de los platos con su delicado matiz ligeramente avellando.